Un
papa Marxista
Son
ya un poco más de 9 meses desde que fue elegido el 266 sucesor de San Pedro, y
el papa Francisco ya a dado mucho de que hablar. Para estos momentos, quienes
siguen al papa, les resulta ahora familiar su carácter y forma de ser: ¡Francisco
es un personaje! Nominado por la Revista Times como el personaje del año, y
como una de las personalidades de las que más se ha hablado este año en
internet y redes sociales, el papa Francisco sin duda, ha sido un personaje que
no deja de sorprendernos. En estos 9 meses ha publicado una encíclica y una Exhortación
Apostólica Post Sinodal… a algunos les a dejado la impresión de que el Papa es
Marxista.
¿Es
Marxista el papa Francisco? … o por lo menos, ¿partidario de la Teología de la
Liberación? El mismo papa ha contestado “no soy Marxista” en la entrevista al
diario italiano La Stampa . En la
rueda de prensa abordo en el avión que lo regresaba al Vaticano, de su viaje a
Brasil, el papa responde a una de las preguntas de la entrevista: “soy hijo de
la Iglesia”. Es decir, “comulgo con la doctrina, el magisterio y las enseñanzas,
que por casi 2000 años la Iglesia ha transmitido”. Francisco es un hijo de la
Iglesia, y pienso yo, que si se le preguntara, en conciencia respondería: uno
de los mas pequeños hijos de la Iglesia. Ahora, ¿por qué tanta confusión?
Ciertos
hechos recientes, han permitido levantar una sospecha, de una supuesta tendencia
de izquierda en este papa o que simpatiza con la Teología de la Liberación… se
reúne en el Vaticano con Gustavo Gutiérrez, su preferencia por los pobres es
algo que no se puede esconder y… sí, su última exhortación apostólica, tiene
ciertos comentarios en contra de la cultura del consumo, del descarte, y de los
sistemas económicos abusivos que no respetan la dignidad del ser humano.
La
Evangelii Gaudim
En
la evangelii Gaudium nos encontramos ciertamente con algunos pasajes
interesantes tales como los siguientes: “Ya no podemos confiar en las fuerzas
ciegas y en la mano invisible del mercado” (Francisco, Evangelii Gaudium,204), “molesta
que se hable de distribución de los bienes, molesta que se hable de preservar
las fuentes de trabajo, molesta que se hable de la dignidad de los débiles,
molesta que se hable de un Dios que exige un compromiso por la justicia” (Francisco,
EG 203), “La solidaridad es una reacción espontánea de quien reconoce la
función social de la propiedad y el destino universal de los bienes como
realidades anteriores a la propiedad privada” (Francisco), “Queda claro que
Jesucristo no nos quiere príncipes que miran despectivamente, sino hombres y
mujeres de pueblo” (Francisco, EG 273). Estas palabras citadas de Francisco fuera de contexto, se pudieran identificar
con algunos elementos del Marxismo o la Teología de la Liberación. El papa en
su exhortación toca estos temas, porque ciertamente es la Teología de la Liberación
la que los toma del evangelio.
Es
necesario entender qué es la teología de la liberación. En palabras del
entonces cardenal Ratzinger: “Se
presenta más bien como una nueva hermenéutica de la fe cristiana, es decir,
como una nueva forma de comprensión y realización del cristianismo en su
totalidad. Por eso cambia todas las formas de la vida eclesial: la constitución
eclesiástica, la liturgia, la catequesis, y las opciones morales… la teología
de la liberación pretende dar una nueva interpretación global del cristianismo;
explica el cristianismo como una praxis de liberación y pretende presentarse
como una guía en esta praxis. Ahora bien: puesto que, según esta teología, toda
realidad es política, resulta que la liberación es también un concepto
político, y la guía para la liberación debe ser una guía para la acción
política…” (Joseph Ratzinger. Informe
Sobre la Fe. BAC Popular, Madrid, 1985. P. 194-195).
Además
de esto, es interesante lo que planteaba el entonces cardenal Ratzinger al
hablar de la teología de la liberación: “Indudablemente no puede existir un
error si no contiene un núcleo de verdad. De hecho un error resulta tanto más
peligroso cuanto mayor sea la proporción del núcleo de verdad que contiene”
(Ibíd., P. 193). Es decir, la preocupación por los pobres, por la justicia y la
equidad, es un tema transversal del evangelio, pero la Teología de la Liberación
toma estos elementos del evangelio, los distorsiona, los ridiculiza y pretende
presentarse como una “doctrina salvífica”.
De
hecho, la Iglesia, Francisco, nunca han estado lejos de los más necesitados. En
cuanto a doctrina, la instrucción Libertatis Nuntius declara: “La Iglesia,
guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, escucha el
clamor por la justicia y quiere responder a él con todas sus fuerzas”(Congregación
para la Doctrina de la Fe. Instrucción Libertatis Nuntius), y en otro lugar:
“La conversión
espiritual,
la intensidad del amor a Dios y al prójimo, el celo por la justicia
y la
paz, el sentido evangélico de los pobres y de la pobreza, son requeridos
a
todos” (Ídem).
En
cuanto a las obras corporales de misericordia es sorprendente saber que aun no
siendo una ONG, la Iglesia Católica presenta las siguientes cifras: 855
hospitales en África, 2.110 en América, 1.535 en Europa, 700 leprosarios en
todo el mundo, 12.600 hogares de ancianos en todo el mundo,19.500 orfanatos y
guarderías en todo el mundo, 11.500 centros de orientación familiar en todo el
mundo... llegando a un total de 123.000 centros de caridad en el mundo entero
entre todas sus instituciones de asistencia (Pedro Brunori, La Iglesia Catolica. Citado en Tamayo,
Wilson. Iglesia Católica dulce Hogar.
Medellín, 2008. P. 141). Cabiendo aclarar que en muchos países durante mucho
tiempo, la salud, los cuidados a enfermos terminales y los cuidados paliativos
estuvieron a cargo de la Iglesia Católica.
No
es suficiente
En
este sentido, el papa Francisco no trae nada “nuevo” que la Iglesia antes no
haya dicho o haya hecho. Se ha visto como el contenido de la Evangelii Gaudium
pertenece a la doctrina social de la Iglesia y a la misma praxis de la Iglesia en cuanto al ejercicio de la caridad.
Francisco
rápidamente se convierte en sinónimo de frescura, creatividad, impulso
misionero… es… su forma de decirlo, y la convicción personal es el detalle que
le da fuerza, y actualiza este llamado de la Iglesia, que no ha dejado de ser
una realidad y una necesidad urgente hoy: ¡la caridad! A pesar de los datos
anteriormente señalados, y de la doctrina citada, el papa nos deja ver que como
católicos, no ha sido suficiente.
Francisco
es dulce, pero es fuerte ante la injusticia, y sobre todo, ¡contra nuestra
comodidad de católicos! Las siguientes palabras de Francisco son un llamado a
los Católicos, que nos lleva a reflexionar sobre como estamos viviendo la
caridad material: “Nadie debería decir que se mantiene lejos de los pobres
porque sus opciones de vida implican prestar más atención a otros asuntos. Ésta
es una excusa frecuente en ambientes académicos, empresariales o profesionales,
e incluso eclesiales”(Francisco, EG 201).
El
papa se convierte en un llamado, en una actualización de la voz de la
conciencia, de la voz de Dios, que muchas veces hemos apagado, ¡y es que a
veces nos hemos vuelto muy fríos! Hemos sabido como “interpretar” ciertos
pasajes imperativos de las escrituras, para “relajarlos” y que no nos
incomoden, puesto que a veces pensamos que hacemos mucho, que hacemos lo
suficiente, y lo triste, es que muchas veces nos escudamos en la “caridad
espiritual”… relegándonos a una oración, una novenita, a un lamento.. pero de
obra material.. nada. Y esa “caridad espiritual” se convierte en un pretexto,
sí, en una excusa para no seguir, obedecer y despojarnos, ante la exigencia del
mismo evangelio. Si los cristianos aplicásemos y viviésemos mejor la doctrina
social de la Iglesia y la caridad evangélica quizá esta deformación de la
Teología de la Liberación no existiría. ¿Qué proporción de la culpa de la
existencia de la Teología de la Liberación tiene cada uno de nosotros?... Dime cuanto vives la caridad evangelica corporal, y te dire cuanta
responsabilidad tenemos.
Francisco
es un combatiente de herejías y falsas doctrinas, en este caso de la Teología
de la Liberación, aunque pienso, que no fue uno de sus propósitos al escribir
la Evangelii Gaudium.. el sólo quiso compartir, lo que a él le había hecho
dichosa la vida, quiso compartir su alegría… la alegría de saberse siempre, un
evangelizador, y que dicha evangelización tiene siempre un plano social. Bendito
sea Dios por el papa Francisco.